martes, 25 de diciembre de 2007

Del texto “Juicio v/s Prejuicio”
Sebastián Rojas Saffie

“Tanta gente habla cosas con un propósito sensato, pero no suelen ser escuchadas, alguien dice su opinión sobre algo grande y de pronto lo catalogan de alguna cosa para bajarle el perfil al asunto... Llegué a esto pues me vi hablando de la pobreza y la injusticia, expresaba mi opinión en una conversa corriente, todo iba bien, escuchaban mis ideas sobre el tema, cuando derrepente alguien sale con “¿Te estás poniendo comunista?”, carcajadas, y a la cresta el tema... me quedé todo el día pensando en ello. Un muy querido y buen amigo mío ha sido calificado de la misma forma por sus ideales, pero al fin lo viví yo... Bueno, me había olvidado del tema, hasta hace poco, que leí una frase fenomenal...

“Si doy comida a un pobre, ellos me llaman santo; si pregunto por qué los pobres no tienen comida, me llaman comunista”, Helder Cámara

Con justo reconocimiento hago alusión a esta frase por la manera exacta de ironizar el doble-estándar de la gente. Debe ser cosa de profundizar un poco más y saber anular los prejuicios frente a lo dicho u opinado por alguien, es más justo pensar si te hace sentido la idea, y luego ver como la catalogas, no al revés, sino jamás te hará sentido.”

lunes, 24 de diciembre de 2007

De la película “Ratatouille”
Brad Bird - Jan Pinkava

Del ratón Remy:

“Quiero dejar mi huella en el mundo”
“Si somos lo que comemos, entonces quiero comer lo mejor”
“El cambio es nuestra opción y se inicia cuando se decide”
“La verdad puede sonar loca, pero aunque así sea, es la verdad”

Del chef Auguste Gusteau:

“Si te enfocas en lo que pasaste, no vas a poder ver lo que te espera”
“No conformarse con cualquier cosa si tú puedes mejorarlo”

De la crítica del señor Anton Ego:

“En muchos sentidos, el trabajo de un crítico es fácil. Arriesgamos poco porque gozamos de una posición que está por encima de los que exponen su trabajo y a sí mismos a nuestro criterio. Nos regodeamos en las críticas negativas que son divertidas de escribir y de leer.

Pero el hecho más amargo que debemos afrontar los críticos es que, a la hora de la verdad, cualquier producto mediocre tiene, probablemente, más sentido que la crítica en la que lo tachamos de basura.

Sin embargo, hay veces en las que un crítico realmente se arriesga en pro del descubrimiento y la defensa de algo nuevo. El mundo es hostil para los nuevos talentos y las nuevas creaciones, lo nuevo necesita amigos. Anoche yo viví una nueva experiencia, una comida extraordinaria procedente de alguien singularmente inesperado. Afirmar que tanto la comida como el cocinero han cuestionado mis ideas preconcebidas sobre la buena cocina sería quedarse muy corto, me han estremecido hasta lo más profundo.

En el pasado, nunca oculté mi desdén por el lema del chef Gusteau: “cualquiera puede cocinar”, pero me doy cuenta de que no había comprendido realmente lo que quería decir con ello. No es que cualquiera pueda ser un gran artista sino que los grandes artistas pueden proceder de cualquier lugar.

Resulta difícil imaginar orígenes más humildes que los del genio que cocina hoy en Gusteau’s y que, en opinión de un servidor, es nada menos que el mejor chef de Francia. Volveré pronto a Gusteau’s hambriento de nuevas creaciones.”

domingo, 23 de diciembre de 2007

Del libro “Ética para Amador”
Fernando Savater

“Cuando cualquiera se empeñe en negarte que los hombres somos libres, te aconsejo que le apliques la prueba del filósofo romano. En la antigüedad, un filósofo romano discutía con un amigo que le negaba la libertad humana y aseguraba que todos los hombres no tienen más remedio que hacer lo que hacen. El filósofo cogió su bastón y comenzó a darle estacazos con toda su fuerza. «¡Para, ya está bien, no me pegues más!», le decía el otro. Y el filósofo, sin dejar de zurrarle, continuó argumentando: «¿No dices que no soy libre y que lo que hago no tengo más remedio que hacerlo? Pues entonces no gastes saliva pidiéndome que pare: soy automático.» Hasta que el amigo no reconoció que el filósofo podía libremente dejar de pegar, el filósofo no suspendió su paliza. La prueba es buena, pero no debes utilizarla más que en último extremo y siempre con amigos que no sepan artes marciales...”

viernes, 21 de diciembre de 2007

De Jean-Paul Sartre:
(Filósofo francés, 1905-1980)

“No sueñes tu vida, vive tu sueño”
“Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas”
“No es feliz quien más tiene, sino quien menos necesita”

jueves, 20 de diciembre de 2007

Del libro “El hombre en busca de sentido”
Víctor E. Frankl
(páginas 67-68)

Monólogo al amanecer

“En otra ocasión estábamos cavando una trinchera. Amanecía en nuestro derredor, un amanecer gris. Gris era el cielo, y gris la nieve a la pálida luz del alba; grises los harapos que mal cubrían los cuerpos de los prisioneros y grises sus rostros. Mientras trabajaba, hablaba quedamente a mi esposa o, quizás, estuviera debatiéndome por encontrar la razón de mis sufrimientos, de mi lenta agonía. En una última y violenta protesta contra lo inexorable de mi muerte inminente, sentí como si mi espíritu traspasara la melancolía que nos envolvía, me sentí trascender aquel mundo desesperado, insensato, y desde alguna parte escuché un victorioso “sí” como contestación a mi pregunta sobre la existencia de una intencionalidad última. En aquel momento y en una franja lejana encendieron una luz, que se quedó allí fija en el horizonte como si alguien la hubiera pintado, en medio del gris miserable de aquel amanecer en Baviera. “Et lux in tenebris lucet, y la luz brilló en medio de la oscuridad.” Estuve muchas horas tajando el terreno helado. El guardián pasó junto a mí, insultándome y una vez más volví a conversar con mi amada. La sentía presente a mi lado, cada vez con más fuerza y tuve la sensación de que sería capaz de tocarla, de que si extendía mi mano cogería la suya. La sensación era terriblemente fuerte; ella estaba allí realmente. Y, entonces, en aquel mismo momento, un pájaro bajó volando y se posó justo frente a mí, sobre la tierra que había extraído de la zanja, y se me quedó mirando fijamente.”

martes, 18 de diciembre de 2007

“Me detengo a escuchar
(Detenerse a escuchar)
Benjamín Cuevas Lira

“Veinte para las seis de la madrugada, me siento a escuchar a los pájaros...su sonido, su canto, su hablar.
Me hacen recordar que la naturaleza es parte de este mundo. Me alegra escucharlos, y escuchar el viento: que sereno y que presente!
Espero el amanecer, con calma y atento al tiempo que llega y pasa. Pienso en la espera, en la experiencia de esperar el día.
El cielo cambia de color. Junto con el amanecer, la luz, la novedad, el cambio: ahora puedo ver, ya no necesito la luz artificial.


Al partir el día, tengo frío. Siento a la naturaleza.
Me detengo a escuchar nuevamente el sonido de los pájaros. Hay veces en que parece ser repetitivo.
¿Qué cantarán los pájaros? ¿Qué le dirán al mundo? Cada uno dice algo, de algún modo, unos un vocablo o una expresión, otros un discurso o un alegato. Unos más silenciosamente, otros con gran pasión.
Durante el día cuesta escuchar esta melodía. Que simple y como tantea el interior. Es un sonido muy particular, parece armonía al fin.
Lamentablemente en el día dejarán a un lado a los pájaros, sólo cuando salgan a su encuentro los encontrarán y escucharán. Esta melodía no le gusta a la ciudad, la ciudad, sonido de micros y de autos.
¿Cuántos pájaros cantarán? Seres que viven, me hacen recordar la vida, la misma vida.


Ya se muestra la luz.
Las plantas, que alegre estarán, les ha llegado la necesaria luz.
Es día para algunos, noche para otros. A un lado está la luz y al otro la sombra, para ellos termina el día, para otros recién comienza. Algunos se disponen a descansar y soñar, otros a ocuparse de la vida o a contemplar.


Me distraigo, ya empieza el murmullo de la humanidad. Son las seis y cinco de la mañana, y entonces me voy. Me pregunto: ¿Qué me faltara por escuchar?...al parecer me queda mucho por usar estas capacidades así llamadas ‘sentidos’...”

lunes, 17 de diciembre de 2007

Del libro “Martín Fierro”
José Hernández

“Atención pido al silencio
y silencio a la atención,
que voy en esta ocasión,
si me ayuda la memoria,
a mostrarles que a mi historia
le faltaba lo mejor.”

domingo, 16 de diciembre de 2007

Del texto “Mi éxito es la fortuna...”
Sebastián Rojas Saffie

“Hay gente que me mira, y dice que soy un gran hombre por lo que he logrado, las amistades que tengo, y por la sonrisa que siempre traigo conmigo... No es así, no soy yo un gran hombre, lo que sucede es que soy muy afortunado, y se me han dado las cosas... y no es que yo las aproveche cada vez que se me presenta una oportunidad, sino que he tenido tantas oportunidades de tantas cosas, que es difícil no aprovechar alguna... Es decir, mi única fortuna, es haber nacido donde nací.

Yo soy la ilusión de un gran hombre, pero en verdad, un gran hombre, es el que sabe aprovechar lo que se le da aunque sea poco... el pobre que recibió una oportunidad de estudiar, y luego saca la carrera de ingeniería, la madre soltera que pudo hacer feliz a sus hijos, los que pudieron hacer un hogar de la nada, la gente que lucha a diario por un sueño, el hombre honesto, la persona que se presta para ayudar a quien se lo pide... en resumen, el dedicado a la vida... porque ese es el gran hombre, con los pies en la tierra y siempre listo para aprovechar cualquier mínima oportunidad que se le da en post de lo que busca...

Al lado de esa gente, yo no soy un talentoso de la vida, soy solo un afortunado más.”

sábado, 15 de diciembre de 2007

Del libro “Tao Te King: Libro del Tao y de su virtud”
(traducción de Gastón Soublette)
Lao Tse

XXII.

Lo incompleto será completado
lo torcido será enderezado
lo vacío será colmado
lo viejo será renovado.
Quien tiene poco, recibirá
quien tiene mucho, perderá.
Por tanto el Sabio
abraza la Unidad
y se vuelve un modelo para el mundo.
No busca brillar
y por eso resplandece.
En su persona procura hacerse nada
de ahí su magnificencia.
Está libre de vanidad
por eso puede realizar su obra.
No se exalta y por eso es exaltado.
Con nadie compite
por eso nadie puede competir con él.
El viejo adagio: “Lo incompleto será completado”
no es vana palabra en verdad.
En él se expresa la plenitud verdadera.

viernes, 14 de diciembre de 2007

De la canción “Enséñame tus manos”
Alejandro Sanz

“…Enséñame tus manos
abre las palmas que las vea
y ahora, dime si aún te queda un poco de esperanza en ellas
enséñame tus manos, esas, con las que nos acariciamos
y hoy nos hacemos, tanto daño.

Enséñame tus manos…
que las mías se han cansado de intentar coger el
mundo con los puños apretados…”

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Del texto “El hombre muerto”
Horacio Quiroga

“El hombre y su machete acababan de limpiar la quinta calle del bananal. Faltábanles aún dos calles; pero como éstas abundaban las chircas y malvas silvestres, la tarea que tenían por delante era muy poca cosa. El hombre echó, en consecuencia, una mirada satisfecha a los arbustos rozados, y cruzó el alambrado para tenderse un rato en la gramilla.

Mas al bajar el alambre de púa y pasar el cuerpo, su pie izquierdo resbaló sobre un trozo de corteza desprendida del poste, a tiempo que el machete se le escapaba de la mano. Mientras caía, el hombre tuvo la impresión sumamente lejana de no ver el machete de plano en el suelo.

Ya estaba tendido en la gramilla, acostado sobre el lado derecho, tal como él quería. La boca, que acababa de abrírsele en toda su extensión, acababa también de cerrarse. Estaba como hubiera deseado estar, las rodillas dobladas y la mano izquierda sobre el pecho. Sólo que tras el antebrazo e inmediatamente por debajo del cinto, surgían de su camisa el puño y la mitad de la hoja del machete, pero el resto no se veía.

El hombre intentó mover la cabeza, en vano. Echó una mirada de reojo a la empuñadura del machete, húmeda aún del sudor de su mano. Apreció mentalmente la extensión y la trayectoria del machete dentro de su vientre, y adquirió, fría, matemática e inexorablemente, la seguridad de que acababa de llegar al término de su existencia.

La muerte. En el transcurso de la vida se piensa muchas veces en que un día, tras años, meses, semanas y días preparatorios, llegaremos a nuestro turno al umbral de la muerte. Es la ley fatal, aceptada y prevista; tanto, que solemos dejarnos llevar placenteramente por la imaginación a ese momento, supremo entre todos, en que lanzamos un suspiro.”

martes, 11 de diciembre de 2007

Del poema “Instantes”
(Autor en duda: Jorge Luis Borges, Nadine Stair o Ron Herold)

“Si pudiera vivir nuevamente mi vida.
En la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido, de hecho
tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes,
contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente
cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría,
pero si pudiera volver atrás
trataría de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos;
no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin termómetro,
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres
y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.
Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.”

lunes, 10 de diciembre de 2007

De Matsuo Basho:
(Poeta japonés, padre del haiku, 1644-1694)

“Haiku es simplemente lo que está sucediendo en este lugar, en este momento.”

sábado, 8 de diciembre de 2007

Del libro “El manantial”
Anthony de Mello, SJ

“Otros lugares y otras personas me llaman...y debo irme.”
La Marcha.

“Contempla el impacto de una sola gota de lluvia y sabrás cuál es el impacto de tu vida en la historia humana.”
La Comedia.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Del libro “Siddhartha”
Hermann Hesse

“- Has tenido suerte –comentó Kamala, al despedirse–; se te abre una puerta tras otra. ¿Por qué será? ¿Eres un mago?
Siddhartha replicó:
- Ayer te conté que sé pensar, esperar y ayunar, y tú encontraste que todo ello no servía para nada. Sin embargo, sirve para mucho. Te darás cuenta de que los ignorantes samanas aprenden en el bosque y saben muchas cosas hermosas, que vosotros no sabéis. Anteayer todavía era un mendigo sucio; ayer besé a Kamala; y pronto seré un comerciante y tendré dinero y todas las cosas que a ti te gustan.
- Eso es cierto –reconoció la cortesana–. Pero, ¿qué sería de ti, si no fuera por Kamala? ¿Qué serías tú sin mi ayuda?
- Querida Kamala –manifestó Siddhartha, al tiempo que se incorporaba–, cuando entré en tu parque, di el primer paso. Me había propuesto aprender el amor de la más bella de las mujeres. Y desde el momento en que me lo propuse, también sabía que lo lograría. Sabía que tú me ibas a ayudar; lo supe desde tu primera mirada, a la entrada del bosque.
- ¿Y si yo no hubiese querido?
- Pero has querido. Mira, Kamala: si echas una piedra al agua, ésta se precipita hasta el fondo por el camino más rápido. Lo mismo ocurre cuando Siddhartha tiene un fin, cuando se propone algo. Siddhartha no hace nada, sólo espera, piensa, ayuna, sin hacer nada, sin moverse: se deja llevar, se deja caer. Su meta le atrae, pues él no permite que entre en su alma nada que pueda contrariar su objetivo. Eso es lo que Siddhartha ha aprendido de los samanas. Es lo que los necios llaman magia y creen que es obra de demonios. Nada es obra de los malos espíritus, éstos no existen. Cualquiera puede ejercer la magia si sabe pensar, esperar, ayunar.”

martes, 4 de diciembre de 2007

De Benjamín Cuevas Lira:

“Lo que queremos y buscamos, lo que es deseable...¿Será determinado por cultura, por enseñanza, por convención social, por gustos propios o por movimientos interiores?”

domingo, 2 de diciembre de 2007

Del libro “Las Formas Elementales de la vida religiosa”
Émile Durkheim
(Sociólogo, 1858-1917)

“Si la religión ha engendrado todo lo esencial de la sociedad, es porque la idea de la sociedad es el alma de la religión.”

sábado, 1 de diciembre de 2007

Del texto “Concepto de divinidad”
Patricia May

“El concepto de divinidad es algo que ha separado y dividido a los seres humanos en la historia. Hay líneas de pensamiento que afirman que inventamos a Dios para aliviar el miedo y sostenernos frente al dolor e incertidumbre de la existencia. Y no cabe duda de que la creencia en un Ser Superior cumple ese papel de apoyo y explicación frente a lo abismales que suelen ser los caminos de la vida. En tiempos como el nuestro, en que la razón-materialista (que reduce la existencia y la causa de todo a la materia) gana terreno, en que ella constituye para muchos el modo sensato y civilizado de pensar, la idea de que Dios es una creación ficticia del ser humano es cada vez más aceptada, quizás como nunca en la historia.
Sin embargo, también podríamos pensar que la idea de Divinidad ha estado siempre presente por la percepción intuitiva que las personas han tenido de una Totalidad, una Presencia, un Orden, una Armonía, una Fuerza que impulsa, que está presente en todo lo que existe y, al mismo tiempo, trasciende a toda existencia.
Es probable que el concepto de una divinidad exterior que como un demiurgo, o un mago, crea al universo y desde su espacio vela, gobierna, rige, al ser humano ya no sea suficiente para el nivel de conciencia de muchas personas hoy. Dios como un juez, o como una voz exterior que me ordena qué hacer con mi vida, que me dice qué es bueno y malo, sirve a un porcentaje elevadísimo de personas que necesitan de barandas y límites externos para conducir sus vidas. Sin embargo, hay una minoría creciente a quienes esta idea de Dios se les hizo estrecha y encarceladora y desde allí se cierran a la posibilidad de una existencia divina. Quizás el problema no tenga que ver con el reconocimiento de este Uno y Todo que mueve inteligentemente al universo y a la vida, sino con la idea que tenemos de ello. Quizás lo primero que habría que decir al respecto es que la idea que tenemos de Dios no es Dios, es sólo un concepto, una creencia, una forma mental susceptible de ser ampliada, y de hecho éste ha ido mutando de acuerdo con la evolución mental de los tiempos. En tiempos muy antiguos la divinidad fue mentalizada, o sentida como las fuerzas vivas de la naturaleza que eran entendidas como divinidades. Luego la idea de divinidad fue transferida a la diosa Madre, luego a los múltiples dioses (como los griegos o romanos), luego al Dios monoteísta, primero concebido como un juez severo y luego como un padre bueno, siempre hemos buscado un modo de dar definición a Eso que en filosofías más profundas es entendida como la Gran Armonía o la Gran Inteligencia en movimiento.
Eso que está entramado y es inseparable de su manifestación. Eso que mueve a la evolución. Eso que nos impulsa a trascender nuestro estado actual.
Eso constituye nuestra esencia, pero está claro que estamos lejos de reconocerla o manifestarla. El ego humano, aquello que nos lleva a vivir defendiéndonos, atacando, prisioneros de una imagen, condicionados por nuestros miedos o rencores, limitados por nuestros conceptos, nos impide despertar a esa conciencia que reconoce a lo Uno detrás de toda diversidad. Sin embargo, ése es nuestro camino, ser conscientes de la oscuridad que nos impide manifestar nuestra esencia divina e ir al encuentro de ese Ser trascendente o conciencia Suprema que mora en lo profundo de nosotros.
El movimiento es entonces hacia adentro, hacia contactar con nuestro Ser puro donde mora el sabio interior, donde nos hacemos cargo y responsables de nuestra propia vida, donde más que depender de una divinidad exterior, encontramos las respuestas en nuestro Ser trascendente.”

viernes, 30 de noviembre de 2007

De Gabriel García Márquez:
(Escritor colombiano)

“...se convenció de que los seres humanos no nacen de una vez por todas el día en que sus madres los dan a luz, sino que la vida los obliga una y otra vez a darse a luz a sí mismos.”

jueves, 29 de noviembre de 2007

De la canción “A la primera persona”
Alejandro Sanz

“A la primera persona que me ayude a comprender
pienso entregarle mi tiempo pienso entregarle mi fe,
yo no pido que las cosas me salgan siempre bien,
pero es que ya estoy harto de perderte sin querer, sin querer.

A la primera persona que me ayude a salir
de este infierno en el que yo mismo decidí vivir
le regalo cualquier tarde pa' los dos,
lo que digo es que ahora mismo ya no tengo ni siquiera donde estar.

El oro pa' quien lo quiera pero si hablamos de ayer,
es tanto lo que he bebido y sigo teniendo sed,
al menos tú lo sabías, al menos no te decía
que las cosas no eran como parecían…”

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Del libro “Cuentos con Alma II”
Rosario Gómez

“Envejecer es obligatorio…madurar es optativo”

Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:

¿Además del cantar de los pájaros, escuchas alguna cosa más?

Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí:

- Estoy escuchando el ruido de una carreta.
- Eso es – dijo mi padre –. Es una carreta vacía.

Pregunté a mi padre:

- ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos?

Entonces mi padre respondió:

- Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía…por causa del ruido.

Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.


Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:

“Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace…”

Autor desconocido

“…En verdad, existen personas tan pobres, que lo único que tienen es dinero…”

viernes, 23 de noviembre de 2007

Del texto “Continuidad de los parques”
Julio Cortázar

“Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restallaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer.

Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano, la luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela.”

sábado, 17 de noviembre de 2007

Del libro “Escritos de Filosofía”(*)
Benjamín Cuevas Lira

“Conocer lo supuestamente conocido”
Una invitación a pensar y a contemplar.

“¿Has pensado la realidad de la realidad, la verdad de la verdad, el error del error, el sentido del sentido, el ser del ser, el fin del fin, el infinito del infinito, lo necesario de lo necesario, lo bello de lo bello, lo justo de lo justo, lo bueno de lo bueno, lo malo de lo malo, la duda de la duda, la vida de la vida, la muerte de la muerte, la ética de la ética, la moral de la moral, la política de la política, la religión de la religión, la metafísica de la metafísica, la historia de la historia, la física de la física, la matemática de la matemática, la teología de la teología, el arte del arte, la poesía de la poesía, la música de la música, la filosofía de la filosofía, la naturaleza de la naturaleza, la conciencia de la conciencia, la razón de la razón, la fe de la fe, lo espiritual de lo espiritual, la pregunta de la pregunta, la noticia de la noticia, el estudio del estudio, la creación de la creación, la imaginación de la imaginación, la libertad de la libertad, el amor del amor, la dignidad de la dignidad, la experiencia de la experiencia, el silencio del silencio, el sentimiento del sentimiento, la emoción de la emoción, la expresión de la expresión, el conocimiento del conocimiento...?”



(*) Escritos incompletos y preliminares. No citar.

jueves, 15 de noviembre de 2007

“Viejos refranes”

“Hay tres cosas que se tienen que hacer en la vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.”

“Hay tres cosas que el ser humano necesita en su vida: alguien a quien amar, algo que hacer y una esperanza para el futuro.”

miércoles, 14 de noviembre de 2007

“Tótem Tantra Nepalés”
(Cuento indio)
Anónimo

“Mi amigo abrió el cajón de la cómoda de su esposa y sacó un paquete envuelto en papel de seda: Esto –dijo– no es un simple paquete, es lencería. Tiró el papel que lo envolvía y observó la preciosa seda y el encaje. “Lo compró la primera vez que fuimos a Nueva York, hace 8 ó 9 años. Nunca lo usó.” Lo estaba guardando para una “ocasión especial”. Bien. Creo que esta es la ocasión. Se acercó a la cama y colocó la prenda junto con la ropa que iba a llevar a la funeraria. Su esposa acababa de morir. Volviéndose hacia mi, dijo: “No guardes nada para una ocasión especial, cada día que vives es una ocasión especial”. Todavía pienso cómo me han cambiado la vida estas palabras. Ahora leo más y limpio menos. Me siento en la terraza y admiro la vista sin fijarme en las malas hierbas del jardín. Paso más tiempo con mi familia y mis amigos, y menos tiempo en el trabajo. He comprendido que la vida es un conjunto de experiencias para gozar, no para sobrevivir. Ya no guardo nada. Uso los mejores vasos todos los días. Me pongo el traje nuevo para ir al supermercado si me apetece. Ya no guardo mi mejor perfume para fiestas especiales, lo uso cada vez que quiero. Las frases “algún día...” y “uno de estos días” han desaparecido de mi vocabulario. Si merece la pena hacerlo ahora...¿por qué esperar? No sé lo que habría hecho la mujer de mi amigo, si hubiese sabido que no estaría aquí mañana. Creo que habría llamado a sus familiares y sus amigos cercanos. A lo mejor, habría llamado a viejos amigos para disculparse por viejas peleas. Me gusta pensar que habría ido a comer comida china, su favorita. Son estas pequeñas cosas no hechas las que me molestarían si supiera que tengo las horas contadas. Molesto porque dejaría de ver a los amigos que vería “uno de estos días”. Molesto por no escribir esas cartas que quería escribir “algún día”. Molesto y triste porque no dije a mis hermanos y a mis hijos cuánto les quiero. Ahora intento no guardar nada que añadiría risa y alegría a nuestras vidas. Y cada mañana me digo a mi mismo que este día es especial, cada día, cada hora, cada minuto es especial...”

lunes, 12 de noviembre de 2007

Del libro “Tao Te King: Libro del Tao y de su virtud”
(traducción de Gastón Soublette)
Lao Tse

I.


El Tao que puede ser explicado
no es el Tao eterno.
El nombre que puede ser pronunciado
no es el nombre eterno.
Llamo no-Ser al principio de Cielo y Tierra.
Llamo Ser a la Madre de todos los seres.
La dirección hacia el no-Ser
conduce a contemplar la Esencia Maravillosa.
La dirección hacia el Ser
conduce a contemplar los límites espaciales.
Ambos modos son originalmente uno
y sólo difieren en el nombre.
En su unidad, este Uno es el misterio.
Misterio de los misterios
y puerta de toda maravilla.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Del Evangelio de San Marcos 12, 41-44(*)

41 Jesús estaba sentado frente a las arcas del templo, y observaba cómo la gente iba echando dinero en ellas. Muchos ricos depositaban en cantidad. 42 Pero llegó una viuda pobre, que echó dos monedas de muy poco valor.
43 Jesús llamó entonces a sus discípulos y les dijo:
– Les aseguro que esa viuda pobre ha echado en las arcas más que todos los demás. 44 Pues todos han echado de lo que les sobraba, mientras que ella ha echado desde su pobreza todo lo que tenía para vivir.



(*) Texto íntegro extraído de la Biblia de América (letra grande), La casa de la Biblia.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Del texto “La práctica de la justicia”
Humanismo Social, Capítulo 5
Alberto Hurtado, SJ

“Y sin embargo la justicia es una virtud difícil, muy difícil cuya práctica exige una gran dosis de rectitud y de humildad. Hay mucha gente que está dispuesta a hacer obras de caridad, a fundar un colegio, un club para sus obreros, a darles limosna en sus apuros, pero que no puede resignarse a lo único que debe hacer, esto es, a pagar a sus obreros un salario bueno y suficiente para vivir como personas.

(…) El que practica la caridad pero desconoce la justicia se hace la ilusión de ser generoso cuando sólo otorga una protección irritante, protección que lejos de despertar gratitud provoca rebeldía.

Muchas obras de caridad puede ostentar nuestra sociedad, pero todo ese inmenso esfuerzo de generosidad, muy de alabar, no logra reparar los estragos de la injusticia. La injusticia causa enormemente más males que los que puede reparar la caridad.

(…) no una caridad que se goza en dar como favor, atropellando la dignidad humana, aquello que el obrero tiene derecho a recibir. Esta no es caridad sino su caricatura. La caridad comienza donde termina la justicia. A veces se da menos que lo que reclama la justicia y se piensa que se da más.

Que los encantos de la caridad no nos lleven a despreciar a esta hermana humilde y sencilla, la justicia. Dejémosla poner en orden la casa, colocar cada cosa en su sitio; después vendrá la generosidad del alma cristiana que llenará con largueza aquello que la justicia no pudo colmar.

(…) Debemos ser justos antes de ser generosos.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Del libro “El hombre en busca de sentido”
Víctor E. Frankl
(páginas 98-101)

La libertad interior

“Los que estuvimos en campos de concentración recordamos a los hombres que iban de barracón en barracón consolando a los demás, dándoles el último trozo de pan que les quedaba. Puede que fueran pocos en número, pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas —la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias— para decidir su propio camino.
Y allí, siempre había ocasiones para elegir. A diario, a todas horas, se ofrecía la oportunidad de tomar una decisión, decisión que determinaba si uno se sometería o no a las fuerzas que amenazaban con arrebatarle su yo más íntimo, la libertad interna; que determinaban si uno iba o no iba a ser el juguete de las circunstancias, renunciando a la libertad y a la dignidad, para dejarse moldear hasta convertirse en un recluso típico.

(…) Dostoyevski dijo en una ocasión: “Sólo temo una cosa: no ser digno de mis sufrimientos”…”

miércoles, 31 de octubre de 2007

Del texto “Discurso sobre la libertad de los Antiguos
comparada con la de los Modernos”
Benjamin Constant

“Preguntaros en primer lugar, señores, lo que hoy un inglés, un francés, un habitante de los Estados Unidos de América, entienden por la palabra libertad. Para cada uno es el derecho a no estar sometido sino a las leyes, de no poder ser detenido, ni condenado a muerte, ni maltratado de ningún modo, por el efecto de la voluntad arbitraria de uno o varios individuos. Es para cada uno el derecho de dar su opinión, de escoger su industria y de ejercerla; de disponer de su propiedad, de abusar de ella incluso; de ir y venir, sin requerir permiso y sin dar cuenta de sus motivos o de sus gestiones. Para cada uno es el derecho de reunirse con otros individuos, sea para dialogar sobre sus intereses, sea para profesar el culto que él y sus asociados prefieren, sea simplemente para colmar sus días y sus horas de un modo más conforme a sus inclinaciones, a sus fantasías. Finalmente, es el derecho, de cada uno, de influir sobre la administración del gobierno, sea por el nombramiento de todos o de algunos funcionarios, sea a través de representaciones, peticiones, demandas que la autoridad está más o menos obligada a tomar en consideración. Comparad ahora esta libertad con la de los antiguos.

Esta consistía en ejercer colectiva pero directamente varios aspectos incluidos en la soberanía: deliberar en la plaza pública sobre la guerra y la paz, celebrar alianzas con los extranjeros, votar las leyes, pronunciar sentencias, controlar la gestión de los magistrados, hacerles comparecer delante de todo el pueblo, acusarles, condenarles o absolverles; al mismo tiempo que los antiguos llamaban libertad a todo esto, además admitían como compatible con esta libertad colectiva, la sujeción completa del individuo a la autoridad del conjunto.”

lunes, 29 de octubre de 2007

Del libro “No es bueno que el hombre esté solo”
Alfonso Vergara Tagle, SJ

“…es necesario partir de lo que yo soy, de mi realidad concreta, no de un ideal abstracto y general de lo que podría ser. Una mirada a la historia de mi vida, a mi familia, mi ambiente, mi educación, a lo que me atrae o temo en profundidad, a mis proyectos, mis decisiones, mis resultados, etc…me darán una pauta para saber lo que Dios me ha dado y lo que yo puedo hacer con ese material en la construcción de la propia persona y en la misión que se me asigna en esta vida.

Se requiere además desplegar las antenas de la sensibilidad interior para captar los movimientos que experimento en el fondo del alma frente a las distintas alternativas que se me presentan. Ante la proximidad de la decisión es normal que surjan afectos y sentimientos encontrados que inclinan a partes opuestas.”

lunes, 22 de octubre de 2007

Del texto “En busca de mi equilibrio…”
Sebastián Rojas Saffie

“La persona muy superficial, puede que viva en goce y sin inquietudes, pero al final de sus días caerá en la cuenta de lo corta y monótona que fue su vida... o quizá ni de eso se percate.

La profundidad le da sabor y sentido a la vida, es vivir más experiencias que las aparentes, es en donde se confiesa que has vivido.

El exceso de profundidad es peligroso, ahí donde no llegan los rayos del sol, puedes perderte y no encontrar salida a nada, tu vida se transforma en caos, y te olvidas de lo importante que es respirar, de la calidez del sol, y del resto de la gente...”

sábado, 13 de octubre de 2007

Del texto “Cómo se pasa la vida”(*)
Benjamín Cuevas Lira

“Cumplir 20 años…un año más…año nuevo, vida nueva…hacemos el pasar de año a año una circunstancia especial. “Yo soy yo y mi circunstancia” dijo Ortega y Gasset…entonces respondo: yo soy yo y mis años.

¿Quiénes logran caer en la cuenta del hecho de cumplir años? ¿Por qué celebramos los años? ¿Por qué no celebramos también los meses, los días, las horas, los minutos y los segundos?. Porque celebramos lo grande, lo magno: los milenios, los siglos, las décadas, los años, los aniversarios de plata (25), de oro (50) y de platino (75) – de obsequios más frágiles a los más sólidos – celebramos los hechos importantes y memorables, los términos de procesos: las independencias, los matrimonios, los cumpleaños, las graduaciones, los títulos, los triunfos, las metas. La vida es todo lo que celebramos.

Entonces, ¿Por qué no celebrar la vida constantemente? Porque hemos separado el tiempo. No podemos celebrar toda la vida, hay tiempos y tiempos, momentos y momentos. Tiempos de vacaciones – de relajación y de hacer lo propio; tiempos de trabajo, de estudio – de ejercicio y de hacer para la sociedad; tiempos de amor, tiempos de espera, tiempos de sufrimiento, tiempos de guerra, tiempos de paz.
Ahora es tiempo y momento de celebración. Ahora corresponde celebrar los 20 años de vida…de vida movida… ¿sentida o pasajera?

Lo pasajero, cómo pasa el tiempo. Que cierto Jorge Manrique: “Recuerde el alma dormida, avive el seso e despierte, contemplando, cómo se passa la vida”…recordemos, volvamos a pasar por el corazón, contemplemos la vida vivida. ¿Cómo han sido estos años? ¿Qué echamos de menos, qué volveríamos a hacer? ¿Qué no queremos recordar? ¿Gustamos de vivir? ¿Volveríamos a nacer?.”



(*) Esta reflexión la publico el mismo día en que estoy de cumpleaños, 13 de octubre.

viernes, 12 de octubre de 2007

De Álvaro Hoppe:
(Fotógrafo)

“Pensé que la palabra memoria se puede dividir en ‘me – moría’. Como fotógrafo lo que he hecho es intentar rescatar mi vida a través de mi trabajo. En algún sentido, me estoy muriendo, pero también estoy viviendo”

“Cómo fotógrafo, trato de ser lo más honesto posible. Y la honestidad, para mí, es tratar de no intervenir la realidad”

jueves, 11 de octubre de 2007

Del libro “Escritos de Filosofía”(*)
Benjamín Cuevas Lira

“La cuestión de la cuestión, esa es la cuestión”
Preguntas a las preguntas fundamentales

“El por qué de los por qué, él cómo de los cómo, o de otro modo, el por qué del por qué, el cómo del cómo…¿se ha pensado sobre esto? ¿Qué es esto? ¿Qué es qué?. El qué de los qué, el dónde de los dónde, el cuando de los cuando, el quién de los quién, el cuanto de los cuanto, el cual de los cual, el para qué de los para qué…”


(*) Escritos incompletos y preliminares. No citar.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Del libro “Sobre la libertad”
John Stuart Mill

“¿Por qué se llega a tener verdadera confianza en el juicio de una persona?; porque ha tenido abierto su espíritu a la crítica de sus opiniones y de su conducta; porque su costumbre ha sido oír todo cuanto se haya podido decir contra él, aprovechando todo lo que era justo, y explicándose a sí mismo, y cuando había ocasión a los demás, la falsedad de aquello que era falso; porque se ha percatado de que la única manera que tiene el hombre de acercarse al total conocimiento de un objeto es oyendo lo que pueda ser dicho de él por personas de todas las opiniones, y estudiando todos los modos de que puede ser considerado por los diferentes caracteres de espíritu.”

lunes, 8 de octubre de 2007

Del texto “Discurso de Steve Jobs en la
Universidad de Stanford”(*)

12 de Junio de 2005

Mi tercera historia es sobre la muerte.

“Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo como: “Si vives cada día como si fuera el último, algún día tendrás razón”. Me marcó, y desde entonces, durante los últimos 33 años, cada mañana me he mirado en el espejo y me he preguntado: “Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?” Y si la respuesta era “No” durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo.

Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que haya encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida. Porque prácticamente todo — las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso — se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante. Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay razón para no seguir al corazón.

(…) Nadie quiere morir. Ni siquiera la gente que quiere ir al cielo quiere morir para llegar allí. Y sin embargo la muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y así tiene que ser, porque la Muerte es posiblemente el mejor invento de la Vida. Es el agente de cambio de la Vida. Retira lo viejo para hacer sitio a lo nuevo.”




(*) Steve Jobs es el presidente de Apple Inc., que incluye: Apple Macintosh, iPod, QuickTime, iPhone, etc. Además es el creador de NeXT y de Pixar.
El discurso completo se puede escuchar y ver en:
http://video.google.com/videoplay?docid=3014637678488153340&hl=es

domingo, 7 de octubre de 2007

Del libro “La oración de la rana”
Anthony de Mello, SJ

“Un individuo estaba haciendo su doctorado en filosofía y su mujer sólo comprendió la seriedad con que estudiaba su marido el día en que le preguntó: '¿Cuál es la razón de que me quieras tanto?' Veloz como el rayo, el marido replicó: 'Cuando dices 'tanto', ¿te refieres a la intensidad, a la profundidad, a la frecuencia, a la calidad o a la duración?'”

jueves, 4 de octubre de 2007


“La materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma”
(*)
Ley de conservación de la masa
Antoine-Laurent de Lavoisier

“La energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma”
Ley de conservación de la energía
Albert Einstein



(*) En Traité élémentaire de Chimie (Tratado elemental de Química), 1789

miércoles, 3 de octubre de 2007

De la canción “Simplemente”
Luis Le-Bert, Santiago del Nuevo Extremo

La verdad, es que no quiero mantener mi nombre atado
A los días, y a los hombres que me vieron derrotado
Simplemente, y con la soltura suficiente
Perderle el miedo a todo y a los que son diferentes.

Despacito, lo que tengo que decir es delicado
y en verdad, me duele mas a mí que al que yo acuso
enderézate, y préstale atención a lo que digo
porque yo estoy cantando por la voz de mis amigos.

Simplemente que estas cosas, son de todo el que las sienta
y es mi voz la que las dice, mas es de todos la conciencia
simplemente las verdades se van haciendo una sola
y es valiente quien las dice más valiente en estas horas.

Si pudiera, explicar todo aquello que me inquieta
Y entre todos, construir nuevamente esta historia
Faltaría, más palabras sobrarían sentimientos
Venga ahora el gran abrazo para todos los que quiero.

Terminemos, parece que ya todos comprendieron
Y no quiero, por más tiempo detener sus pensamientos
Sin temores, diga cada uno su inquietud
Demos el salto al amor de la mano de tu compañera.

Simplemente que estas cosas, son de todo el que las sienta
y es mi voz la que las dice, mas es de todos la conciencia
simplemente las verdades se van haciendo una sola
y es valiente quien las dice más valiente en estas horas.

martes, 2 de octubre de 2007


Del libro “¿Qué es metafísica?”
Martin Heidegger

“¿Por qué hay ser y no más bien nada?”

lunes, 1 de octubre de 2007

Del texto “Sermón de adviento”
Fray Antón de Montesino
(1511)

“Decid, ¿Con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre aquestos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas; donde tan infinitas dellas, con muertes y estragos nunca oídos, habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tan opresos fatigados, sin dalles de comer ni curadllos en sus enfermedades, que los excesivos trabajos que les dáis incurren y se os mueren, y por mejor decir, los matáis, por sacar y adquirir oro cada día? (…) ¿Esos, no son hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¿No sois obligados a amarlos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis? ¿Esto no sentís? ¿Cómo estáis en tanta profundidad de sueño, tan letárgico, dormidos?.”

domingo, 30 de septiembre de 2007

Del texto “La cruz del ignaciano”
Felipe Berríos, SJ.

“Hoy, más que una lanza para embestir, es necesaria una sólida formación académica que le permita al ignaciano, con la agudeza de una lanza, comprender la realidad que lo rodea. Más que memorizar, debe aprender a aprender, debe ser crítico y reflexionar, debe saber ir a lo profundo de los problemas y así hacer su propia síntesis. Más que embestir los desafíos, hay que entender los problemas humanos y la complejidad que ellos encierran y, entendiéndolos, aprender de ellos y buscar soluciones.”

sábado, 29 de septiembre de 2007

De la canción “Un día normal”
Juanes

“Hoy es un día normal pero yo voy a hacerlo intenso
hoy puede apagarse el sol pero no la luz de mi alma
en un día como hoy caminaré más despacio
en un día como hoy defenderé mi verdad
en un día como hoy te amarraré con mis brazos
en un día como hoy.

Porque nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes
lamentablemente nunca vuelve...”

viernes, 28 de septiembre de 2007

Del libro “Novum Organum”
Francis Bacon
(Aforismo XCV)

“Los que han manejado las ciencias han sido empíricos o dogmáticos. Los hombres del experimento son como las hormigas; recolectan y usan; los que razonan se parecen a las arañas, que hacen telas de su propia sustancia. Pero la abeja toma un camino intermedio; junta material de las flores del jardín y del campo, pero lo transforma y lo digiere con sus propios medios. No muy diferente es la verdadera tarea de la filosofía, pues no descansa única o principalmente en los poderes de la mente, ni toma lo que obtiene de la historia natural y los experimentos mecánicos y lo pone como un todo en la memoria, tal y como lo encuentra; sino que lo coloca en el entendimiento modificado y digerido.”

jueves, 27 de septiembre de 2007

Del libro “Metafísica”
Aristóteles
(993b)

“La investigación de la verdad en parte es difícil y en parte es fácil. Lo demuestra el hecho de que aunque nadie ha podido individualmente acertarle satisfactoriamente, no podemos, trabajando en conjunto, errar completamente el blanco. Cada pensador ha proporcionado algún conocimiento tocante a la esfera de la naturaleza, y si bien ninguno en especial contribuyó gran cosa a su esclarecimiento, de la reunión de todos los conocimientos se ha gestado algo digno de consideración”

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Aforismo del Mayo francés

“Cuando teníamos las respuestas,
nos cambiaron las preguntas”

viernes, 21 de septiembre de 2007

“Tarde te amé”
San Agustín de Hipona
(354-430)

¡Tarde te amé,
hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé!
Tú estabas dentro de mi; yo, fuera.
Por fuera te buscaba
Y me lanzaba sobre el bien y la belleza creados por ti.
Tú estabas conmigo y yo no estaba contigo ni conmigo.
Me retenían lejos las cosas.
No te veía ni te sentía, ni te echaba de menos.
Mostrastes tu resplandor
Y pusistes en fuga mi ceguera.
Exhalaste tu perfume, y respiré, y suspiré por ti.
Gusté de ti, y siento hambre y sed.
Me tocaste, y me abrasé en tu paz.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Del libro “El hombre en busca de sentido”
Víctor E. Frankl
(páginas 63-65)

Cuando todo se ha perdido

“Un pensamiento me petrificó: por primera vez en mi vida comprendí la verdad vertida en las canciones de tantos poetas y proclamada en la sabiduría definitiva de tantos pensadores. La verdad de que el amor es la meta última y más alta a que puede aspirar el hombre. Fue entonces cuando aprehendí el significado del mayor de los secretos que la poesía, el pensamiento y el credo humanos intentan comunicar: la salvación del hombre está en el amor y a través del amor. Comprendí cómo el hombre, desposeído de todo en este mundo, todavía puede conocer la felicidad —aunque sea sólo momentáneamente— si contempla al ser querido. Cuando el hombre se encuentra en una situación de total desolación, sin poder expresarse por medio de una acción positiva, cuando su único objetivo es limitarse a soportar los sufrimientos correctamente —con dignidad— ese hombre puede, en fin, realizarse en la amorosa contemplación de la imagen del ser querido. Por primera vez en mi vida podía comprender el significado de las palabras: “Los ángeles se pierden en la contemplación perpetua de la gloria infinita.”

(…) Un pensamiento me asaltó: ni siquiera sabía si ella vivía aún. Sólo sabía una cosa, algo que para entonces ya había aprendido bien: que el amor trasciende la persona física del ser amado y encuentra su significado más profundo en su propio espíritu, en su yo íntimo. Que esté o no presente, y aun siquiera que continúe viviendo deja de algún modo de ser importante. No sabía si mi mujer estaba viva, ni tenía medio de averiguarlo (durante todo el tiempo de reclusión no hubo contacto postal alguno con el exterior), pero para entonces ya había dejado de importarme, no necesitaba saberlo, nada podía alterar la fuerza de mi amor, de mis pensamientos o de la imagen de mi amada. Si entonces hubiera sabido que mi mujer estaba muerta, creo que hubiera seguido entregándome —insensible a tal hecho— a la contemplación de su imagen y que mi conversación mental con ella hubiera sido igualmente real y gratificante: “Ponme como sello sobre tu corazón... pues fuerte es el amor como la muerte”. (Cantar de los Cantares, 8,6.)”

miércoles, 19 de septiembre de 2007

De la columna “Los desafíos para el nuevo Papa”
Fernando Montes, SJ
(9 de abril de 2005)

“Dependiendo de sus sensibilidades espirituales, unos subrayarán la necesidad de continuar lo realizado y otros indicarán lo que falta. Probablemente las dos posiciones tienen razón. La Iglesia no puede dejar de ser fiel a su tradición, pero debe también mirar hacia adelante sin amarrarse a una época o estilo, buscando un lenguaje que sea inteligible porque la palabra y la verdad son para ser comunicadas y no instrumentos para atrincherarse. En eso Juan Pablo II fue admirable. La encarnación supone hacerse griego con los griegos, es decir, contemporáneo con el hombre y la mujer de este tiempo.”

martes, 18 de septiembre de 2007

De la canción “Manifiesto”
Víctor Jara

“Yo no canto por cantar
ni por tener buena voz,
canto porque la guitarra
tiene sentido y razón.

Tiene corazón de tierra
y alas de palomita,
es como el agua bendita
santigua glorias y penas.

Aquí se encajó mi canto
como dijera Violeta
guitarra trabajadora
con olor a primavera...”

domingo, 16 de septiembre de 2007

Del texto “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si se pierde a sí mismo?”
Comunión y Liberación

“Al iniciar un nuevo semestre, nos damos cuenta de que a menudo utilizamos la razón, en el estudio como en la vida, pretendiendo categorizar y clasificar la realidad. Pero si uno es sincero con su experiencia reconoce que esto no nos basta. Siempre hay un punto de fuga, algo que no es asible ni totalmente aprehensible. Algo que se escapa a nuestra medida, que nos lleva más allá, que nos pone una pregunta.

Un amigo profesor llevó a sus alumnos al Planetario, y al preguntarles qué les había llamado la atención, ellos respondieron: ¿Quién ha hecho todo esto?, ¿qué sentido tiene?, ¿quién es el dueño? Nadie preguntó: “¿Cuántas estrellas hay?” o cosas por el estilo. La realidad que habían contemplado desafiaba su razón mucho más de lo que él había pensado. La razón se manifestó como una exigencia que tenía que ver con la totalidad.

La razón nos remite a la necesidad del hombre de ser relación con todas las cosas. Exigencia y pregunta a la vez, inextirpable en nosotros que no se conforma con una medida parcial, no se conforma con obtener un título universitario, con la más enorme fortuna, la más exquisita belleza, ni el proyecto social más perfecto... Entonces, ¿De qué nos sirve ganar el mundo entero...? ¿cómo no perderse uno mismo?”

viernes, 14 de septiembre de 2007

Del libro “Niebla”
Miguel de Unamuno

“Pues señor ––iba diciéndose Augusto al separarse de la portera––, ve aquí cómo he quedado comprometido con esta buena mujer. Porque ahora no puedo dignamente dejarlo así. Qué dirá, si no, de mí este dechado de porteras. ¿Conque... Eugenia Dominga, digo Domingo del Arco? Muy bien, voy a apuntarlo, no sea que se me olvide. No hay más arte mnemotécnica que llevar un libro de memorias en el bolsillo. Ya lo decía mi inolvidable don Leoncio: ¡no metáis en la cabeza lo que os quepa en el bolsillo! A lo que habría que añadir por complemento: ¡no metáis en el bolsillo lo que os quepa en la cabeza! Y la portera, ¿cómo se llama la portera?”

martes, 11 de septiembre de 2007

Del texto “Serenidad” (Gelassenheit)
Martin Heidegger

“Del mismo modo que solamente podemos llegar a ser sordos porque somos oyentes y del mismo modo que únicamente llegamos a ser viejos porque éramos jóvenes, por eso mismo también únicamente podemos llegar a ser pobres e incluso faltos de pensamiento porque el hombre, en el fondo de su esencia, posee la capacidad de pensar, «espíritu y entendimiento», y que está destinado y determinado a pensar. Solamente aquello que poseemos con conocimiento o sin él podemos también perderlo o, como se dice, desembarazarnos de ello.

La creciente falta de pensamiento reside así en un proceso que consume la médula misma del hombre contemporáneo: su huida ante el pensar. Esta huida ante el pensar es la razón de la falta de pensamiento.”

lunes, 10 de septiembre de 2007

Del libro “Ética para Amador”
Fernando Savater

“Y así llegamos a la palabra fundamental de todo este embrollo: libertad. Los animales (y no digamos ya los minerales o las plantas) no tienen más remedio que ser tal como son y hacer lo que están programados naturalmente para hacer. No se les puede reprochar que lo hagan ni aplaudirles por ello porque no saben comportarse de otro modo. Tal disposición obligatoria les ahorra sin duda muchos quebraderos de cabeza. En cierta medida, desde luego, los hombres también estamos programados por la naturaleza. Estamos hechos para beber agua, no lejía, y a pesar de todas nuestras precauciones debemos morir antes o después. Y de modo menos imperioso pero parecido, nuestro programa cultural es determinante: nuestro pensamiento viene condicionado por el lenguaje que le da forma (un lenguaje que se nos impone desde fuera y que no hemos inventado para nuestro uso personal) y somos educados en ciertas tradiciones, hábitos, formas de comportamiento, leyendas..., en una palabra, que se nos inculcan desde la cunita unas fidelidades y no otras. Todo ello pesa mucho y hace que seamos bastante previsibles.”

domingo, 9 de septiembre de 2007

Del libro “Del sentimiento trágico de la vida”
Miguel de Unamuno

“La ca­ridad no es brezar y adormecer a nuestros hermanos en la inercia y modorra de la materia, sino despertarles en la zo­zobra y el tormento del espíritu.

A las catorce obras de misericordia que se nos enseñó en el catecismo de la doctrina cristiana, habría que añadir a las veces una más, y es el de despertar al dormido. A las veces por lo menos, y desde luego cuando el dormido duerme al borde de una sima, el despertarle es mucho más misericordioso que enterrarle después de muerto, pues dejemos que los muertos entierren a sus muertos…

El que ama al prójimo le quema el corazón, y el corazón, como la leña fresca, cuando se quema, gime y destila lágrimas.”

sábado, 8 de septiembre de 2007

Del libro “Memorias en el Olvido”
Fragmento de la carta de Gustav a la Princesa Trinidad
Sebastián Rojas Saffie


“...¿Qué importa quién soy? si a fin de cuentas lo que importa en esta vida son las acciones, eso queda, eso marca y se recuerda, de las acciones justas nacen los héroes eternos y de las injustas los tiranos y bellacos de todas las eras, por tanto, creo que no viene al caso el saber de donde provengo, sino en que empeño mi vida...”

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Del libro “El hombre en busca de sentido”
Víctor E. Frankl
(página 87)

“…¿No recuerda esto el relato de Muerte en Teherán? En cierta ocasión, un persa rico y poderoso paseaba por el jardín con uno de sus criados, compungido éste porque acababa de encontrarse con la muerte, quien le había amenazado. Suplicaba a su amo para que le diera el caballo más veloz y así poder apresurarse y llegar a Teherán aquella misma tarde. El amo accedió y el sirviente se alejó al galope. Al regresar a su casa el amo también se encontró a la Muerte y le preguntó: “¿Por qué has asustado y aterrorizado a mi criado?” “Yo no le he amenazado, sólo mostré mi sorpresa al verle aquí cuando en mis planes estaba encontrarle esta noche en Teherán”, contestó la muerte.”

martes, 4 de septiembre de 2007

“¿A quiénes amar?”
Extracto de una reflexión personal escrita en noviembre de 1947
Alberto Hurtado, SJ
“A todos mis hermanos de humanidad. Sufrir con sus fracasos, con sus miserias, con la opresión de que son víctima. Alegrarme de sus alegrías. Comenzar por traer de nuevo a mi espíritu todos aquellos a quienes he encontrado en mi camino: Aquellos de quienes he recibido la vida, quienes me han dado la luz y el pan. Aquellos con los cuales he compartido techo y pan. Los que he conocido en mi barrio, en mi colegio, en la Universidad, en el cuartel, en mis años de estudio, en mi apostolado... Aquellos a quienes he combatido, a quienes he causado dolor, amargura, daño... A todos aquellos a quienes he socorrido, ayudado, sacado de un apuro... Los que me han contrastado, me han despreciado, me han hecho daño. Aquellos que he visto en los conventillos, en los ranchos, debajo de los puentes. Todos esos cuya desgracia he podido adivinar, vislumbrar su inquietud. Todos esos niños pálidos, de caritas hundidas... Esos tísicos de San José, los leprosos de Fontilles... Todos los jóvenes que he encontrado en un círculo de estudios... Aquellos que me han enseñado con los libros que han escrito, con la palabra que me han dirigido. Todos los de mi ciudad, los de mi país, los que he encontrado en Europa, en América... Todos los del mundo: son mis hermanos.”

lunes, 3 de septiembre de 2007

De Cristián Warnken Lihn:
(Profesor de literatura, Comunicador y Poeta)

“¿Cómo no estremecerse ante la inmensa epopeya del hombre de hacer habitable la Tierra, de transformarla en “mundo”? ¿Y cómo no temblar al pensar que esa conquista puede ser borrada en un dos por tres, sin dejar rastro ni memoria?”

domingo, 2 de septiembre de 2007

“El placer de servir”
Gabriela Mistral


Toda la naturaleza es un anhelo de servicio. Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco.

Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú; donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú; donde haya un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo tú.

Sé el que apartó la piedra del camino, el odio entre los corazones y las dificultades del problema.

Hay una alegría del ser sano y la del ser justo; pero hay, sobre todo, la inmensa alegría de servir.

Qué triste sería el mundo si todo en él estuviera hecho, si no hubiera un rosal que plantar, una empresa que emprender.

Que no te llamen solamente los trabajos fáciles. Es tan bello hacer lo que otros esquivan!

Pero no caigas en el error de que sólo se hace mérito con los grandes trabajos; hay pequeños servicios que son buenos servicios; adornar una mesa, ordenar unos libros, peinar una niña.

Aquél que critica; éste es el que destruye. Tú sé el que sirve. El servir no es tarea sólo de seres inferiores. Dios que da el fruto y la luz que sirve, pudiera llamarse así: El que sirve.

Y tiene sus ojos fijos en nuestras manos y nos pregunta cada día: ¿Serviste hoy? ¿A quién? ¿Al árbol? ¿A tu amigo? ¿A tu madre?
“La vida y la muerte”
Rabindranath Tagore

“Cuando una flor muere, nace una semilla,
cuando una semilla muere, nace una planta.
Y la vida sigue su camino más fuerte que la muerte.”
De la canción “Latin Blues”
Luis Le-Bert, Santiago del Nuevo Extremo


Y que florezca la verdad,
libre entre la voz de los que quiero,
y que nos deje una palabra, vida y puro verbo.
Y me proteja la razón,
nunca el corazón quito algún riesgo,
y que querías, si viajar con la verdad, puede dolernos.

Nunca el Dios del bien se fue de aquí,
si miras bien está cantando junto a ti,
toda esperanza en la verdad,
que no tuvimos ni la voz para decir que falta alguien de acá,
el que sufrió la carne abierta al sol, queriéndote.

Que disimula tu antifaz,
cómo puedes no enterrar tus muertos,
no te imaginas que los ojos del dolor son siempre ajenos.
Que se me pierda el corazón, una y otra vez donde no debo,
yo no te compro ese silencio, negociaste en el infierno.

Nunca el Dios del bien se fue de aquí,
si miras bien esta cantando junto a ti,
toda esperanza en la verdad,
que no tuvimos ni la voz para decir que falta alguien de acá,
y el que sufrió la carne abierta al sol, queriéndote.

Existe alguien más allá de esta canción,
que fue hacia el frió y se llevó mi corazón.
Traigo una esperanza a mi ciudad,
llena de las cosas que hacen falta,
te prometo un buen lugar para dejar tu sombra intacta.
No desaparece la verdad, no hacia el corazón lo sabe y canta,
¿Que tendrá el color del viento?, cuando vuela nos encanta.

Nunca el Dios del bien se fue de aquí,
si miras bien esta cantando junto a ti,
toda esperanza en la verdad, que no tuvimos ni la voz…

Poema de Beatriz Martinelli

“En esta tarde salí a buscarte
pero me encontré conmigo.
Salí a buscarte corriendo
te habías ido sin darte vuelta.
Supe que el asombro
la tristeza, la soledad
eran mi sino.”

Del libro “Hiroshima”(*)
John Hersey

“La señora Nakamura estaba de pie, mirando a su vecino, cuando todo brilló con el blanco más blanco que jamás hubiera visto. No se dio cuenta de lo ocurrido a su vecino; los reflejos de madre empezaron a empujarla hacia sus hijos. Había dado un paso (la casa estaba a 1.234 metros del centro de la explosión) cuando algo la levantó y la mandó como volando al cuarto vecino, sobre la plataforma de dormir, seguida de partes de su casa.
Trozos de madera le llovieron encima cuando cayó al piso, y una lluvia de tejas la aporreó; todo se volvió oscuro, porque había quedado sepultada. Los escombros no la enterraron profundamente. Se levantó y logró liberarse. Escuchó a un niño que gritaba: “¡Mamá, ayúdame!”, y vio a Myeko, la menor -tenía 5 años-, enterrada hasta el pecho e incapaz de moverse. Al avanzar hacia ella, abriéndose paso a manotazos frenéticos, la señora Nakamura se dio cuenta de que no veía ni escuchaba a sus otros niños.

(…) El padre Kleinsorge subió a una habitación del tercer piso, se quitó toda la ropa, excepto sus interiores, se acostó en su catre sobre su costado derecho y comenzó a leer su Stimmen der Zeit.
Después del terrible relámpago -el padre Kleinsorge se percató más tarde de que el resplandor le había recordado algo leído en su infancia acerca de un meteorito que se estrellaba contra la Tierra- tuvo apenas tiempo (puesto que se encontraba a 1.280 metros del centro) para un pensamiento: una bomba nos ha caído encima. Entonces, durante algunos segundos o quizá minutos, perdió la conciencia.
El padre Kleinsorge nunca supo cómo salió de la casa. Cuando volvió en sí, se encontraba vagabundeando en ropa interior por los jardines de hortalizas de la misión, sangrando levemente por pequeños cortes a lo largo de su flanco izquierdo; se dio cuenta de que todos los edificios de los alrededores se habían caído, excepto la misión de los jesuitas, que tiempo atrás había sido apuntalada y vuelta a apuntalar por un sacerdote llamado Gropper que le tenía pavor a los terremotos; se dio cuenta de que el día se había oscurecido, y de que Muratasan, el ama de llaves, se encontraba cerca, gritando: “¡Shu Jesusu, awaremi tamai! ¡Jesús, Señor nuestro, ten piedad de nosotros!”.”


(*) Este texto se puede escuchar en:
http://www.emol.com/especiales/infografias/20050805_hiroshima.htm

“Arte Poética”
Vicente Huidobro


Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida mata.

Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa, ¡oh, Poetas!
Hacedla florecer en el poema.

Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.

El Poeta es un pequeño Dios.

sábado, 1 de septiembre de 2007

“Aprendizaje de edad”
Anónimo

“A los 15 años, aprendí que no debía descargar mis frustraciones en mi hermano menor, porque mi padre tenía frustraciones mayores y la mano más pesada.
A los 20, aprendí que los grandes problemas siempre empiezan pequeños.
A los 28, aprendí que se puede hacer, en un instante, algo que te puede doler la vida entera.
A los 33, aprendí que a las mujeres les gusta recibir flores, especialmente sin ningún motivo.
A los 34, aprendí que no se cometen muchos errores con la boca cerrada.
A los 38, aprendí que, siempre que estoy viajando, quisiera estar en casa; y siempre que estoy en casa me gustaría estar viajando.
A los 39 aprendí que puedes saber que tu esposa te ama, cuando sobran dos croquetas y elige la menor.
A los 42 aprendí que, si estás llevando una vida sin fracasos, no estás corriendo los suficientes riesgos.
A los 47 aprendí que niños y abuelos son aliados naturales.
A los 67, aprendí que si esperas a jubilarte para disfrutar de la vida, esperaste demasiado tiempo.
A los 71, aprendí que nunca se debe ir a la cama sin resolver una pelea.
A los 72, aprendí que, si las cosas van mal, yo no tengo por qué ir con ellas.
A los 75 aprendí que envejecer es importante.
A los 91, aprendí que amé menos de lo que hubiera debido.
A los 92, aprendí que todavía tengo mucho para aprender.”
Del texto “Necesidad del asombro”
José Julio Perlado

“La sorpresa parece haber sido devorada por la costumbre. Ese asombro en la mirada de un niño, el asombro ante lo creado, ante el brillo humedecido de una hoja, el asombro ante el rocío, ante los movimientos de un animal, ante el contraste de los colores, parece que desapareciera bajo el traqueteo de los días iguales…”
(…)“Aprender a ver. Ejercitar el ojo para abrirse al asombro. Nuestra pupila ve los telediarios y no los mira, los mira y no los comprende. A la pupila le falta muchas veces la comprensión, ese ponerse en lugar del otro, no recibir tan sólo sino aprehender imágenes y sonidos que nos desvelan lo que ese otro lleva dentro.”
(…)“El mundo ha de continuar (y queramos o no continúa), y la valentía es proseguir en el mundo -hacerse mundo- y mejorarlo a cada vuelta. Las vueltas las da el mundo y las doy yo con él, o quizá al revés, cuanto mejor dé yo la vuelta mejorando mi giro personal y en apariencia tan insignificante, más se enriquecerá la vuelta del mundo en el girar de la historia.
Para eso está la atención, la comprensión, la compasión, el aprender a ver al otro lado y dentro de los demás, el aprender a ver dentro de uno mismo. Para eso está el asombro.”
(…)“Nosotros, que vivimos en el dejá vu, en la costumbre de creer haberlo visto todo, la frase de San Pablo "ni ojo vio, ni oído oyó, ni pasó por el corazón del hombre, las cosas que preparó Dios para los que le aman" (I Cor 2, 9) nos proyecta a una sorpresa sin cansancio, nos conduce a un asombro infinito cuyo secreto está en que nunca dejaremos de asombrarnos.”
“Pensar es resistir”
Cristián Warnken Lihn

“En tiempos de farándula y vacío, pensar es resistir. Elevarse unos centímetros sobre el suelo. Plantar una flor en el desierto. Un árbol cada día, sin estruendo, con ardiente paciencia. Juntar agua para la vieja sed de preguntas. Se va el año, pero quedan las conversaciones flotando en el aire. Oxígeno para los que no bajan la guardia…”
“Caminante, son tus huellas”
Antonio Machado


Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.
“Agranda la puerta, padre”
Miguel de Unamuno


Agranda la puerta, padre,
porque no puedo pasar;
la hiciste para los niños
yo he crecido a mi pesar.

Si no me agrandas la puerta,
achícame por piedad;
vuélveme a la edad bendita
en que vivir es soñar.
Del libro “Borges oral”
Jorge Luis Borges

“Seguiremos siendo inmortales; más allá de nuestra muerte corporal queda nuestra memoria, y más allá de nuestra memoria quedan nuestros actos, nuestros hechos, nuestras actitudes, toda esa maravillosa parte de la historia universal, aunque no lo sepamos y es mejor que no lo sepamos”

miércoles, 29 de agosto de 2007

Del libro “El último encuentro”
Sandor Marai
(página 119)

“Uno siempre responde con su vida entera a las preguntas más importantes. No importa lo que diga, no importa con qué palabras y con qué argumentos trate de defenderse. Al final, al final de todo, uno responde a todas las preguntas con los hechos de su vida: a las preguntas que el mundo le ha hecho una y otra vez. Las preguntas son éstas: ¿Quién eres?...¿Qué has querido de verdad?...¿Qué has sabido de verdad?...¿A qué has sido fiel o infiel?...¿Con qué y con quién te has comportado con valentía o con cobardía?...Éstas son las preguntas. Uno responde como puede, diciendo la verdad o mintiendo: eso no importa. Lo que sí importa es que uno al final responde con su vida entera.”
Del libro “El Señor de los Anillos: Las dos torres”
John Ronald Reuel Tolkien

- Está mal. Ni siquiera deberíamos estar aquí.
Pero aquí estamos.
Es como en las grandes historias, señor Frodo.
Las verdaderamente importantes.
Siempre estaban llenas de oscuridad y peligro.
Y a veces uno no quería saber el final…
…porque… ¿cómo podía ser un final feliz?
¿Cómo puede volver el mundo a ser como antes…
…después de tantas cosas malas?
Pero, al final, esta oscuridad…
…es sólo una cosa pasajera…
Hasta la sombra debe pasar.
Llegará un nuevo día.
Y cuando brille el sol, brillará con más claridad.
Ésas eran las historias que recordábamos…
…que significaban algo.
Aun cuando eras muy joven para entender por qué.
Pero creo señor Frodo que si entiendo.
Ahora lo sé.
La gente en esas historias…
…tenían muchas oportunidades de volverse atrás, pero no lo hacían.
Seguían adelante…
…porque se estaban aferrando a algo.

- ¿A qué nos estamos aferrando, Sam?

- A que existe la bondad en este mundo, señor Frodo.
Y que vale la pena pelear por ella.

“Coplas por la muerte de su padre”
Jorge Manrique

I

Recuerde el alma dormida,
avive el seso e despierte
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el plazer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parescer,
cualquiere tiempo passado
fue mejor.