sábado, 22 de marzo de 2008

Del libro “Las Preguntas de Jesús”
Fernando Montes, SJ

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“¿Y tú que eres maestro en Israel no sabes estas cosas?”
(Juan 3, 10)

“Hemos dedicado una parte importante de la vida a aprender. Hicimos grandes sacrificios para acrecentar nuestros saberes.
¡Cuántas horas de estudio! ¡Cuántas vigilias! ¡Cuántos exámenes y pruebas tuvimos que rendir! Y de todo eso ¿qué nos ha quedado? Muchos de los versos que aprendimos se olvidaron y tal vez ya no seamos capaces de repetir la lección que nos dieron los maestros. Pero algo de todo aquello se incrustó en lo más hondo de nosotros. Esos conocimientos configuraron en buena parte nuestro ser y nuestro obrar.
Y cuando llegue el momento del arqueo final, ¿qué quedará de todo lo aprendido con tantos padeceres? ¿Habremos asimilado lo que en realidad era importante?
(…) Tú que has dedicado tanto tiempo a estudiar, finalmente ¿qué sabes de la vida?
Este saber profundo no ocupa lugar, no está vedado a nadie y curiosamente los más pobres, los que más sufren y los débiles pueden llegar a él con más hondura. Este saber rompe las reglas del aprendizaje y puede florecer cuando la memoria ya debilitada deja partir lo estudiado. Cuando las fuerzas van flaqueando, el hombre es capaz de percibir dónde está lo esencial: aquello que debe perdurar.”

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